La lubricación y la contaminación

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En los motores Diesel de última generación, es imperativo usar el lubricante específico. En lo referente a los lubricantes, que no perjudican al sistema de post-tratamiento de los gases de escape, los compuestos derivados del aceite, que permanecen atrapados en el FAP —y no pueden ser eliminados en la regeneración— se llaman cenizas sulfatadas. Esta denominación deriva del nombre usado en el laboratorio, durante el proceso de formulación del lubricante, con el cual es medida la misma ceniza.

Con este método, en realidad se quema el aceite en presencia del ácido sulfúrico. Lo que queda de la combustión, está constituido de sulfatos metálicos y son normalmente pesados (sometidos a un pesaje). Por lo tanto, se obtiene el índice de los residuos no eliminables, con elevación de la temperatura del filtro.

Las cenizas son debido a la presencia de compuestos metálicos, que se encuentran en los aditivos agregados al lubricante, necesarios para darles características específicas. Los principales compuestos son: el zinc (usado en los aditivos antioxidantes y anti-desgaste), el calcio y el magnesio (presentes en los aditivos detergentes), que mantienen limpias las partes del motor, especialmente aquellas con temperatura más elevada, como por ejemplo: el cielo del pistón ■

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