Mantenimiento preventivo en motos y su motor

El motor de una moto requiere un cuidado diferente al de un automóvil. Sus intervalos de cambio de aceite son hasta un 40% más cortos porque funcionan a mayores RPM, alcanzan temperaturas elevadas con rapidez y, en muchos casos, cuentan con sistemas de refrigeración menos eficientes. Esto aumenta el riesgo de desgaste, especialmente en usos intensivos como tránsito urbano con detenciones frecuentes, caminos polvorientos o con barro.

En estas condiciones, el mantenimiento preventivo es esencial. Conducir en contextos severos puede triplicar la probabilidad de fallas si no se cumplen los tiempos recomendados de cambio de aceite o se descuidan filtros, bujías, fluidos y sistemas de refrigeración.

Entre las opciones de lubricación, los aceites minerales de alto rendimiento permiten controlar la oxidación, la formación de depósitos, el consumo de aceite y contribuyen a sostener la potencia del motor.

Además del lubricante, es importante atender otros puntos clave en cada revisión:

• Filtro de aire: requiere controles frecuentes en trayectos con polvo o barro, ya que su saturación acelera el desgaste y eleva el consumo.
• Transmisión: la cadena debe estar limpia, lubricada y con la tensión adecuada. El exceso de grasa atrae residuos abrasivos que reducen su vida útil.
• Frenos: se deben revisar pastillas, discos y líquido, sobre todo tras descensos prolongados o uso intensivo.
• Suspensión: calles en mal estado o sobrepeso exigen inspecciones más seguidas de amortiguadores y horquilla.
• Neumáticos: mantener la presión correcta mejora la seguridad, optimiza el consumo y evita desgaste irregular.

La atención a estos aspectos extiende la vida útil del motor y de sus componentes, reduce la probabilidad de fallas y asegura un mejor desempeño de la moto en cada trayecto.

Fuente: Mobil