La prolongación de la crisis social en Chile podría generar la pérdida de miles de empleos.

La prolongación de la crisis social en Chile podría generar la pérdida de miles de empleos.

Una semana antes de que explotara la crisis social en Chile, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciaba que se firmaría un acuerdo inicial con China y, con ello, comenzando a sembrar el fin de la guerra comercial.

Este hecho alimentaba el optimismo de los agentes del mercado. Hasta ese entonces las expectativas de crecimiento iban al alza y se esperaba que el tercer y cuarto trimestre superaran los bajos registro del primer y segundo trimestre de 1,6% y 1,9%, respectivamente. Sin embargo, unas semanas después el escenario comenzó a cambiar. El estallido social y las manifestaciones sociales que en varias oportunidades terminaron con acciones vandálicas afectando el desempeño de los sectores productivos. Esta situación se prolonga ya un mes y por ello, los cálculos tanto de Hacienda como del mercado se ajustaron a la baja.
Ahora, la estimación del gobierno para este año paso de 2,5% a 2%, mientras que para 2020 bajo de 3,3% a 2,3%.



“Actualizamos el crecimiento a la baja en un punto completo. Y si es necesario volver a hacerlo, lo haremos, ya que no es misterio para nadie que estamos viviendo una situación en el país bien compleja”, señaló ayer el titular de las finanzas públicas Ignacio Briones. Su visión sombría no quedó ahí. De hecho, anticipó proyecciones para los próximos meses poco alentadoras.
“Esperamos un resultado negativo en octubre y creemos que en noviembre tendremos una situación similar. Enfrentamos un fin de año bien complejo y se anticipa un inicio de 2020 bien complejo con alza del desempleo y problemas en las Pymes”, recalcó el ministro.

Consultado sobre la posibilidad de que Chile registre una recesión técnica (dos trimestres consecutivos de caídas en la economía, medida trimestre contra trimestre, desestacionalizada y anualizada), señaló que “es un escenario que no es descartable, pero depende de lo que pase hacia adelante. Un país que está funcionando a media máquina, produce a media máquina, genera empleo a media máquina. Eso es evidente”, pero agregó que “en la medida que esto se revierta, debiera retomar su senda”.



Este menor crecimiento tendría impacto directo en el empleo, ya que si no hay una pronta normalización de la producción, la tasa de desempleo podría pasar del 7% a sobre el 10%. “Si esto no para ahora hay una alta probabilidad de que el desempleo se incremente en 3 puntos, es decir en unas 300 mil personas, para lo que resta de este año y, será mayor para el año que sigue”, afirmó Briones.
Actualmente, el número de desocupados llega a 645 mil personas. La última vez que superó el 10% fue en 2009, en plena crisis subprime.

Los economistas señalaron que un desempleo sobre 10% es por ahora un escenario de riesgo. Alejandro Fernández, de Gemines Consultores, sostuvo que “depende de cómo evolucionen las protestas y si se puede normalizar o no la actividad productiva. Eventualmente puede ser más, pero también podría ser menos. Yo diría que el piso son unas 200.000 personas”.



David Bravo, director del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de las UC aseveró que “los cálculos de Hacienda son compatibles con una caída en el empleo anual hacia fin de año de un 1,6%, lo que sumado a un incremento de 1,5% en la fuerza de trabajo, llevaría a algo menos de 300 mil desempleados adicionales o una tasa de desempleo de 10% para fines de año”, es decir, en el trimestre diciembre-febrero.

Por David Gil
Fuente: La Tercera - Cesla

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