El combustible equivocado

Más de una vez ha sucedido que por una distracción o error humano, a un auto a nafta, se le cargue gasoil, o a un vehículo diésel se le ponga nafta. Es bueno saber como proceder para que el error no se transforme en un dolor de cabeza.

Gasoil en un naftero

Como primera medida, no se debe encender el auto, puesto que al no ponerlo en contacto, se evitará que el diésel comience a circular por el sistema.

El Gasoil, por ser aceitoso, se impregna y aferra a los componentes. Entonces, si arrancamos el vehículo y empieza a circular, se dañarán partes claves, como los inyectores por ejemplo.
Quien igualmente lo pone en marcha, el auto se va a encender, hará unas detonaciones mientras expulsa por el escape, un humo blanco. Luego el auto se apagará solo, y a esa altura, el conjunto mecánica habrá sufrido graves daños.

Quien no lo encendió, en un Taller Mecánico, desmontará pieza por pieza, para ser revisadas, limpiadas o reemplazadas.
Es importante saber que intentar desagotar el combustible sin el equipamiento adecuado, conlleva riesgos de derrames, incendios y/o explosiones.



Nafta en un gasolero

Igual que en el caso anterior, es aconsejable no arrancar el auto, pero si así sucedió, el mismo circulará emitiendo ruidos raros hasta detenerse.

Lo ideal es remolcarlo con una grúa hasta el Taller para vaciar el depósito con los métodos aconsejables.



De haber puesto a andar el auto, gravemente se afectarán el filtro y la bomba de inyección del motor, que seguro deberán ser cambiados. Alguna vez se dijo que echarle nafta a un gasolero, lo ayuda a limpiar el sistema de alimentación, la combustión y el escape, pero la verdad es que dañará inyectores, válvulas, cilindros y pistones, neutralizando la propiedad lubricante del diésel por su capacidad disolvente, cosa que aceleraría el desgaste de las piezas mecánicas.

Por David Gil