La junta homocinética, lo que hay que saber

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La junta homocinética, lo que hay que saber
Por David Gil

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Los componentes que se encargan de transmitir la fuerza o tracción hacia las ruedas, son los ejes. Su función principal es recibir la rotación de la caja de cambios y transmitirla a las ruedas.
Debido a que la ruedas están en constante movimiento por las irregularidades del terreno y por la suspensión, los vehículos de transmisión delantera tienen puntas articuladas conocidas como juntas homocinéticas.
La transmisión también debe soportar el giro de las ruedas, y todo esto lo realiza a través del diferencial; para que no resulten afectados y puedan transmitir el movimiento se utiliza la junta homocinética.
Por un lado está unida a la salida del diferencial y por el otro al buje de la rueda. Debido a los movimientos mencionados, la transmisión se articula por medio de la junta homocinética. De esta forma, las ruedas no pierden tracción y las transmisiones no sufren ningún tipo de daño.

La junta homocinética
Es una pieza compleja, que unida al palier de transmisión, tiene como finalidad conectar dos ejes dispuestos longitudinalmente, no continuos, de modo que la velocidad, entre ellos sea igual en todo momento. Consta de dos juntas cardán unidas por una pieza de doble horquilla, de forma que el giro alterado por una de ellas es rectificado por la otra, transmitiéndose así un movimiento uniforme a las ruedas.

Como todas las articulaciones, deben permanecer lubricadas y limpias, y es por ello que deben tener guardapolvos. Si el guardapolvo de una junta homocinética se rompe o presenta ranuras, la grasa lubricante se saldrá y la suciedad y humedad entrarán al sistema.

Como cuidar la junta homocinética
Las juntas homocinéticas vienen especificadas para cada tipo de vehículo. Esto significa que se debe tener cuidado al cambiar una por otra; cualquier diferencia en el largo es suficiente para que ésta se salga de posición o se haga difícil instalarla.
Al remover las juntas homocinéticas, hay que asegurarse de reponer el aceite que se le cae. Algunas transmisiones automáticas usan diferencial con lubricación independiente, que requieren reponer aceite.
Las juntas homocinéticas están resguardadas por un guardapolvo de caucho, que por el lugar donde van ubicadas, las puntas de eje están en contacto directo con: agua, polvo o barro; entonces, se debe controlar el estado de estos elementos flexibles.

Para saber cuando está dañada una junta homocinética
Si el automóvil presenta ruido y/o vibración al girar, es un signo de que los guardapolvos están rotos. Al estar roto, provoca la pérdida de grasa y, a su vez, hace que la grasa se contamine con polvo o agua haciendo deficiente la lubricación.
Si cuando se acelera, se escucha como un chasquido (algo así como clack clack), puede ser el resultado de una punta de eje dañada o desgastada. Si al acelerar el vehículo, sufre temblor o vibración, puede ser una condición de eje fuera de balance. Adicional, revisar la punta de eje ante posibles daños o desgastes.
Siempre se debe identificar el lado del vehículo donde presenta mayor ruido, chasquido o vibración. Es necesario reemplazar solamente la junta del lado afectado, ya que no es necesario reemplazar ambas.
Es recomendable cambiar los guardapolvos cada 2 años, aunque a la vista estén buenos; y se deben engrasar cada año, todas las piezas.

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En caso de rotura del guardapolvo de la transmisión, se perderá toda la grasa de la junta homocinética. Si esto sucede, es necesario sustituir el guardapolvo y poner uno nuevo, con su correspondiente grasa.
Es importante mantenerlo en buen estado ya que, de lo contrario, se dañará la junta homocinética y se tendrá que sustituir por una nueva.

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