La suspensión del auto

Por JP Metz

Los resortes neumáticos permiten variar la altura de la carrocería, de acuerdo a las circunstancias. Este tipo de suspensión brinda confort y eficacia, y está compuesta por: El resorte neumático; construido en caucho y se posiciona como un resorte metálico clásico.



El amortiguador clásico; es decir un amortiguador hidráulico, con un resorte de pequeñas dimensiones construido en acero, que permite limitar el desplazamiento en expansión.
Los resortes neumáticos mantienen la misma rigidez respecto a la frecuencia de la suspensión, tanto en vacío como en plena carga. Los mismos son llenados con nitrógeno o con aire previamente secado para evitar problemas. Cabe señalar que, sobre los sistemas utilizados en la mayoría de los autos de alta gama actuales, las variaciones de altura de la estructura o de la carrocería, se logra regulando directamente el volumen de aire presente mediante un compresor eléctrico. Si la progresividad de la rigidez, típica del resorte neumatico favorece al “confort”, no lo favorece al “comportamiento” de la suspensión. Esto significa que puede traer inconvenientes en la conducción deportiva, por ejemplo.



De todas maneras, esta tendencia es corregible, ya sea por la “combinación” de estos resortes neumáticos con amortiguadores pilotados, o de barras antirrolido activas. Debido a que favorecen al “confort”, son cada día más utilizados por su carácter variable.

Existen marcas que la usan, complementadas con resortes clásicos, para modular la rigidez antirrolido, y también para controlar el “posicionamiento” (contacto de la rueda con la superficie), y la altura del automóvil.



Los resortes neumáticos, permiten el poder variar la altura de la carrocería, según las circunstancias. La suspensión neumática es la innovación quizás más importante en algunos modelos deportivos, o de alta gama, y brinda el confort y el dinamismo que requiere un auto de estas características.