Las “Mujeres al Mando” de Belén Couso

Nacida en Lanús, Belén Couso, la más chica de cuatro hermanos, siempre se sintió distinta, diríamos de avanzada. Tanto es así que cuando finalizó sus estudios, comenzó a trabajar en la empresa de su madre, dedicada a producir productos cosméticos. Para ese entonces, no habiendo jamás subido a una moto, Belén ya se vestía como una real motoquera, enfundada en cuero, imaginándose que conducía una Harley Davidson.

Viendo que ella debía permanentemente transportar para todos lados, los cosméticos de la empresa, el diseñador gráfico de la misma, la tentó a que se compre una moto. Y fue así que un customizador, armador de motos a medida, le produjo su primera chopera estilo Harley, con la que tanto había soñado. 
Belén con 20 años, se subía por primera vez a una motocicleta, en una época en la cual no era muy usual ver a una mujer al mando de este tipo de vehículo.

MA.- Belén, por qué fundaste “Mujeres al Mando”.
BC.- Fundé “Mujeres al Mando” en el 2017, porque luego de recorrer muchísimos eventos y lugares, detecté el déficit que había en el motociclismo sobre el segmento femenino, y armé mi comunidad, vinculando a todas las motociclistas del país. Me preocuparon y preocupan, las dificultades que generan que las mujeres no se animen a subirse a una moto.
Le quiero dar visibilidad a la mujer que anda en moto, para que sean cada vez más las que se suban a esta forma de movilidad.

MA.- Define en pocas palabras, lo que es “Mujeres al Mando”
BC.- Hoy, “Mujeres al Mando” es una comunidad que ya abarca a más de 20 mil motociclistas en todo Latam.
Es un espacio para el motociclista, dedicado a impulsar el segmento femenino, abriendo su propio espacio educativo para que la mujer aprenda y adquiera esta movilidad.

MA.- Y Belén Couso, ¿quién es?
BC.- Soy una mujer emprendedora. Como por ejemplo, creadora de mi propia marca cosmética antibacterial y pionera en los geles antibacteriales de cartera.
Además de originar la comunidad dedicada a la movilidad femenina en moto, tengo trayectoria en organizaciones sociales. He trabajado en la agenda de empoderamiento económico de la mujer, participé del W20, y hoy estoy en la agenda de movilidad de género, dedicándome a motivar a la mujer en esta temática.
En 2020 fundé mi APP solidaria de reparto logístico gratuito y desarrollo un evento muy conocido llamado “Ruteada Solidaria”.
Soy triatleta, y documenté para la mujer el IRON WOMAN, una experiencia deportiva de alto rendimiento que está enfocada al hombre llamada Ironman.

MA.- -¿Qué es la moto para vos?
BC.- Cuando vas en moto, estás en contacto con todos tus sentidos: el viento, los olores, los ruidos... todo. Parece que una estuviera volando. Es como hacer un deporte. El motociclismo tiene un lado muy de introspección, de estar muy atento a lo que sucede en el camino, y de ahí que la gente se apasione tanto.
Por ejemplo, en la Harley Davidson, que conduzco actualmente, es muy reconocible el ruido de su motor, y es una marca que tiene su propio culto, con la idea de la camaradería, la amistad, el ser muy solidarios unos con otros.

MA.- ¿Y cuál sería la razón, por la que aún no son muchas las mujeres que se suben a una moto?
BC.- La mayoría es porque les da miedo. Yo trato de explicarles que es vital contar con el equipamiento adecuado, y comprender que la velocidad es la que amplía los riesgos. Mi anhelo es llevarle tranquilidad a la chica que agarra el scooter y hace las 15 cuadras para ir al trabajo. Hablo permanentemente de esto, para que la mujer se anime. Que hay que tomar recaudos, equipamiento adecuado, y mucho cuidado en el tránsito.

MA.- ¿Qué nos podés contar sobre la Clínica de Diciembre pasado?
BC.- Dimos la primera Clínica de Conducción de Motocicletas, más que nada, para aquellas que no contaban con experiencia.
Fue destinada a quienes no tenían acceso a nadie que les enseñe, y menos a que les presten una moto, buscando que se sientan seguras, y salgan con el conocimiento fundamental para incorporarse a un ecosistema de movilidad. Mi lema es, fue y será: "Que entren caminando y se vayan manejando".
Mujeres al Mando es una actitud de vida para muchas, y hoy la moto las representa como un signo de fortaleza y movimiento. Mujeres que se animan a vivir como quieran y llevan su motor en la sangre, sin prejuicios ni temores.

MA.- ¿Qué papel desempeña la Moto en la pandemia que atravesamos?
BC.- La crisis pandémica, abrió una gran puerta al motociclismo La gente que se moviliza en transporte público, quiere trasladarse en su propio vehículo y evitar aglomeraciones.
La moto brinda una libertad sensorial que hemos perdido en el confinamiento, hoy gozamos muchísimo más, de estar al aire libre y de transportarnos de esta manera.

MA.- Belén, un mensaje final para las mujeres que se subieron a una moto y para las que aún no.
BC.- Para las que ya se subieron a la moto, que sigan trabajando por su seguridad, que refuercen sus habilidades conductivas, que entiendan que la responsabilidad vial de cada uno, repercute en el ecosistema de movilidad.
Que no nos confiemos en la calle, y comuniquemos a los incipientes conductores, los recaudos que hay que tener para convivir y vivir sin riesgos.
A las que aún no se animan, que celebren la decisión de estar en la búsqueda de algo nuevo para ellas, que se animen a acercarse a espacios de contención como “Mujeres al Mando” para buscar información, y ver que muchas mujeres si pueden, que la moto no tiene género ni edad, y las limitaciones, las pone nuestra cabeza. Que las espera un mundo de autonomía, no solo de movilidad, sino de decisión por lo que quieren y eligen.

MA.- Estas son las formas de contactarse con “Mujeres al Mando”

@mujeresalmandook

@belencouso

Por: Jorge Didiego
       Moto Actual

Para más información, escribinos a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.