Reparando los rayones del casco

Aunque es bastante frecuente escuchar que el pulido es la mejor técnica para quitar las rayaduras en un casco, se desaconseja debido a que puede reducir su resistencia y, por lo tanto, comprometer la seguridad. Además, en el caso de que los arañazos sean muy profundos, esta solución no consigue quitarlos.

Del mismo modo que el lijado, los productos agresivos que prometen dejar el casco impoluto son los causantes de que desaparezcan las capas que lleva incorporadas para evitar el vaho y los reflejos. Asimismo, también está prohibido utilizar estropajos o utensilios que puedan rayar la visera o el resto del casco.



En función de la gravedad de los arañazos, la alternativa más recomendable consiste en intentar disimularlos para que se noten lo menos posible. Para ello, se pueden utilizar un rotulador para quitar arañazos que sea del mismo tono que el casco y que se adquiere en lugares especializadas en el sector de la automoción, así como en concesionarios de automotores. Otra solución es emplear pintura para dar unos retoques o un rotulador de acetato en caso de que la zona afectada sea de color negro.

No obstante, cuando el nivel de las ralladuras es bastante notable, lo más aconsejable para arreglar los arañazos en el casco es confiar en una empresa especializada para pintarlo por completo. El precio de este trabajo no suele ser demasiado alto si lo comparamos con el coste de un casco de buena calidad y además así, se consigue que vuelva a lucir impoluto.



Consejos para conservar el casco en buen estado

Contar con una funda para el casco de la moto es una buena forma de proteger este elemento tan importante. Hay que tener en cuenta que cuando no se utilice, se debe guardar adecuadamente, evitando en la medida de lo posible llevarlo suelto en el brazo, colocarlo sobre el depósito de combustible o colgarlo en los retrovisores. Es imprescindible prevenir aquellas situaciones que suelen derivar en que se caiga al suelo.

En muchas ocasiones, se suele prestar más atención al estado en el que se encuentra el exterior que al interior. Es fundamental no descuidar la parte interna, ya que el sudor y el contacto con la piel hacen que se ensucie el tejido. Para limpiar el casco es fundamental utilizar productos específicos y, sobre todo, nunca utilizar un casco sin que antes se haya secado por completo.



Es recomendable limpiar el casco en profundidad al menos una vez al año, desmontándolo si fuera posible y utilizando siempre productos de limpieza adecuados que no estropeen su funcionalidad.

Por Pablo McCarthy
Fuente: CanalMotor