Polea del alternador: cuándo y por qué cambiarla


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En un mercado con crecientes demandas de confort y eficiencia, el óptimo funcionamiento del sistema de accesorios cobra preponderancia.

Polea del alternador: cuándo y por qué cambiarla

Cuando hablamos del sistema de accesorios, nos referimos específicamente a todos aquellos dispositivos que se acoplan a la transmisión de potencia procedente del cigüeñal, mediante una correa generalmente del tipo poly-V, en particular el alternador, el aire acondicionado, en algunos casos la bomba de agua y otros, según diseño.

En el caso del alternador, su desempeño (recarga del sistema eléctrico) está directamente relacionado con la eficiencia en que recibe el movimiento que le transmite el sistema de potencia, y las fluctuaciones afectan seriamente su funcionalidad y vida útil. Del conjunto de componentes de un alternador, la polea es el elemento clave que hace de interfase entre la correa y el alternador propiamente dicho.

Polea del alternador: cuándo y por qué cambiarla

Históricamente estas poleas eran rígidas lo que hacía que todas las vibraciones y fluctuaciones fueran absorbidas directamente por el alternador y demás componentes. Hoy en día, existen dos tecnologías en el mercado que mejoran sensiblemente el funcionamiento: la denominada polea de giro libre (OAP), que permite desacoplar el alternador de las fluctuaciones del cigüeñal, y la polea desacopladora diseñada por Litens (OAD™) que mejora la performance de la anterior mediante un sistema interno patentado que absorbe las vibraciones y suaviza los acoples y desacoples al sistema.

Polea del alternador: cuándo y por qué cambiarla

El uso de una u otra tecnología es una decisión del equipo de diseño de cada fabricante del vehículo, y su intercambiabilidad a la hora de realizar reparaciones de mantenimiento, si bien en algunos casos es posible dimensionalmente, afectará severamente la performance del vehículo en el mediano plazo, causando daños y extracostos considerables, además de generar mayor consumo de combustible y reducción de la performance general del sistema de accesorios.

En resumidas cuentas, el alternador es precisamente uno de los componentes que más sufre las vibraciones que provienen del cigüeñal. Cuando esas irregularidades no se compensan correctamente, aparecen ruidos, vibraciones y un desgaste prematuro de la correa. Lo que pocos saben es que es precisamente la polea es la encargada de reducir esos efectos, logrando un funcionamiento más suave y contribuyendo a prolongar la vida útil tanto del alternador, como de los demás accesorios y de la correa.

¿Cómo nos protegemos de esto? Esencialmente, con mantenimiento preventivo. Por eso, se recomienda revisar la polea del alternador mínimamente cada 100.000 km  o según lo indique el manual del fabricante. Además, es fundamental que sea reemplazada cada vez que se realiza una reparación o se cambia el alternador.

Litens, líder mundial en soluciones de transmisión, complementa su reconocida gama de poleas de alternador OAD™ con el lanzamiento de la nueva línea OAP, ampliando la cobertura al parque automotor que utiliza esta tecnología, estando ya disponible en los mejores puntos de venta especializados del país.

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